Todo comenzó en 2008 cuando Byron y Chris comenzaron a construir máquinas juntos como pasatiempo, lo que pronto se convirtió en un trabajo de amor.

Llevaron sus creaciones a convenciones por toda Australia y poco a poco se hicieron un nombre.

Lo que comenzó como un pasatiempo ahora es Inkjecta, fabricante de algunos de los mejores equipos de tatuaje del mundo.

Chris reside actualmente en Canberra, en el Territorio de la Capital Australiana, donde es propietario del estudio. Poder del tatuaje y lleva más de treinta años tatuando.

Byron vive en Mount Barker South Australia, donde posee Sashiko Tattoo y también es donde se encuentra la fábrica de Inkjecta.

Cada máquina Inkjecta está construida a mano en nuestra pequeña fábrica por un equipo de trabajadores dedicados que prueban y aseguran la calidad del producto.

Con 50 años de experiencia combinada en la industria del tatuaje, Byron y Chris han creado una empresa de tatuadores para tatuadores.

Construyen las máquinas que los tatuadores quieren usar.